lunes, 4 de noviembre de 2013

Visitas SMiLe!

Visitas SMiLe!

Os dejamos a continuación los pasos a seguir para elegir una visita al Hospital

1. Pincha en Google Calendar en la imagen de abajo. (esquina inferior derecha)
2. Sigue el tutorial (para descargarlo pincha aquí)
3. Rellena el formulario de la visita pinchando aquí.
4. Realiza tu visita
5. Rellena esta pequeña memoria aquí
6. Prepara tu siguiente visita


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miércoles, 1 de diciembre de 2010

Creando Sonrisa


Creando sonrisa,
por un estudiante de medicina
Provocar sonrisas no es difícil, se puede hacer sonreír de cualquier forma, incluso a veces te encuentras con personas con sus carteles colgados, igual que ellos, que regalan sonrisa y es que tienen razón, porque la gente viendo eso, sonríe. A los estudiantes de medicina parecen que no enseñan a no sonreír, a ser fríos, distantes, serios y a casi no sentir. Existe algo, entre las células que vemos, entre las horas de estudio, el aire acondicionado del hospital, existe algo, que nos afecta. Ya que cuando eres médico, las sonrisas no son tan fáciles de sacar, y no solo por los médicos sino por todo el elenco que lo acompaña. Supongo que como el hospital tiene ese ambiente gris, triste, donde las personas sufren y donde no tiene cabida la sonrisa, es normal. O quizás no.
Hace unos días, se fecho por fin la primera visita al hospital del Smile, proyecto que llevamos trabajando desde AEMCA casi año y medio, más de lo que nos gustaría. Tras pasar por seguros, esperas, publicación en el BOJA, mas esperas, contratos, mas esperas, reuniones, mas esperas, modificaciones de proyectos, mas espera, y demás tipos de buRROcracia, por fin, llego la hora. En definitiva, el trabajo de un año y medio de una asociación de estudiantes, que no busca más que ser médicos, pero médicos con mayúsculas y no sólo de esos que sacan sus asignaturas, intentando que sean las mejores, que también es importante, pero que sólo es un pequeño porcentaje. Queremos ser médicos de verdad, médicos mas humanos, que puedan sonreír.
Hablamos de cómo organizarnos, como llegar al hospital, de que llevaría cada uno, demasiadas cosas para no tener que pensar en una idea. La visita. La idea de estar allí esperando para entrar en el servicio de pediatría, casi nos aterraba. Los nervios afloraban, algunos internamente, a otros como a mí se me notaban en la cara, y en todo mi tracto digestivo que se ha alterado por culpa de pensar son en una cosa, el Smile.
Los nervios me atacaban, dos días antes mi padre, me decía: “¿Qué te pasa? ¿Te veo serio?” Y a eso siempre se responde, “Nada, nada”. No sé porqué pero existía presión, preguntas. ¿Y si no sale bien?, ¿Y si no gusta?, ¿Tanto que hemos trabajado para nada? Pero por otro lado, surgía otra idea. “Tampoco es tan difícil, empezamos con niños, a los niños se les hace reír con lo que sea” pero, siempre te queda la duda.
Una vez en el hospital, todos nos vamos alterando, parecemos salidos woodstock, en medio del césped, con globos, marionetas, malabres. Haciendo el “payaso” y nunca mejor dicho. Espero a retrasar el momento de decir: “Venga, vámonos para arriba”. Pero no queda otra, estamos todos listos y ya es la hora. Es el momento de empezar un largo camino, de comenzar esta aventura con los locos de la facultad, de ver el trabajo de papeles y mas papeles, que dan su fruto en la práctica. Comienza lo mejor.
Llegamos a Pediatría, nos dejan un cubículo donde cambiarnos, nos disfrazamos más o menos, tampoco se puede pedir mucho, estudiamos medicina, no arte. Nos pintamos como podemos, aún así parecemos graciosos, parecemos Payasos. Quizás hasta hagamos sonreír. Salimos por la puerta, con la adrenalina a tope, se nos nota felices a todos, contentos, el trabajo de todo este tiempo, por fin se pone en práctica. La idea pasa por la cabeza, “que salga bien, que salga bien”. Una vez fuera nos volvemos locos, una foto le pedimos a un padre en el pasillo, vamos para allá, no para acá, haz pompas, que calor, lleváis globos, ponte la nariz y el inflador…
El protocolo que hicimos decía que lo primero era saber edad, nombre y que le pasaba al paciente, y así lo hicimos, porque si no seríamos capaces de empezar el espectáculo en medio del pasillo. Lo hacemos, se lo pedimos a las enfermeras y muy amablemente nos dan un papel con toda la información. La gente se amontona, y en las caras de todo hay incertidumbre y sonrisas, fácilmente obtenidas. Podríamos decir que ya, habíamos tenido de primera un gran exito .
Vemos el papel, Rafael, Samuel, Noelia, Alicia y Lucia había pocos niños, pero suficientes. Creíamos que iba a ser difícil entra en una habitación y empezar el espectáculo, pero todo fue fluido, natural, casi normal, como si fuéramos payasos de verdad, hasta nos creímos que actuábamos bien. Los niños, de primera impactados, no se esperaban eso, llevaban días ingresados y no les había pasado nunca, les costaban sonreír pero duro poco. La felicidad de sus caras se empiezan a ver cada vez más rápida. Los ojitos les brillaban, lo habíamos conseguido. Fue tan fácil. Pero no solo disfrutaron los niños, también los padres, sonreían, disfrutaban y se veían felices al ver a sus hijos así. Su hijo, al que tuvieron que llevar allí casi con lágrimas en los ojos ahora, sonreían felices, ellos aún más y nosotros mas disfrutábamos.
Conseguimos nuestra meta. Todo el trabajo que hicimos, tiene su fruto, ahora queda un largo camino, y mucho más trabajo, pero sabemos que merece la pena todo el esfuerzo. Nuestra motivación esta mas del 100%, las ganas nos sobran y la ilusión rebosa. Este día no se nos olvidará a ninguno y espero que nos deje una gran huella como profesionales y como personas.
Pero sobre todo, sabemos que provocar sonrisas no es difícil...
SMILE!